<<LOS REGATSISTAS CREEN QUE ESTAR EN EL CEAR ES LO MAS SEGURO PARA SUS FAMILIAS Y PARA ELLOS>> - ARTICULO PUBLICADO EN WWW.ELDIARIOMONTANES.ES EL DIA 05 05 2020

Articulo publicadoe en www.eldiariomontanes.es el 05 05 2020

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«Los regatistas creen que estar en el CEAR es lo más seguro para sus familias y para ellos»

Casanueva considera que los deportistas del CEAR «no se han saltado» el estado de alarma. dm

Julia Casanueva, presidenta de la Española, considera un ejercicio de «responsabilidad» el confinamiento voluntario de deportistas y técnicos en un centro cerrado desde «antes» del estado de alarma

MARCO GARCÍA VIDARTSantanderDomingo, 5 abril 2020, 11:08

El Trofeo Princesa Sofía de Vela es la prueba más importante de España en cuanto a la vela olímpica. Todas las modalidades se dan cita -este año era del 25 de marzo al 4 de abril- en aguas de Palma. Casi un millar de regatistas de todo el mundo estaba en la capital balear. Y a ellos se unían los barcos de la clase 470 que debían competir en el Mundial (del 13 al 21 de marzo) y los de Finn que preparaban el suyo, el próximo 10 de mayo. También en Palma. En la primera quincena de marzo, esas aguas eran un hervidero de barcos. Hasta que como si fuese una galerna, el coronavirus arrasó con todo. El día 12 de marzo todo se suspendía.

Las dudas llegaron al equipo olímpico español. «Se planteó qué hacer, si quedarnos en Palma. Pero las autoridades de la isla dijeron que había que salir. Y varios deportistas decidieron que querían proteger a su entorno y a sí mismos. Decidieron venirse a Santander», señala la presidenta de la Española de Vela, la cántabra Julia Casanueva. «A la que es su residencia cuando están aquí, el CEAR».

Los regatistas Diego Botín, Iago López Marra, Jordi Xammar, Nicolás Rodríguez, Tamara Echegoyen, Paula Barceló, Silvia Mas, Patricia Cantero, Álex Muscat, y los entrenadores Gustavo Martínez Doreste, Víctor Payá y Santi López-Vázquez, más el director del centro y una fisioterapeuta, permanecen confinados en un CEAR que ya cerró sus puertas «el día 13, antes de que se decretase el estado de alarma». El propósito era claro. «Pasar aquí una cuarentena por si había alguien infectado», añade Casanueva. Las mil nacionalidades de los regatistas del 'Sofía' convertía a cualquier deportista en un potencial transmisor del coronavirus en sus domicilios. «Y había regatistas que decían que no podían volver a sus casas. Que en ellas había personas de riesgo, recién operadas». El fin de semana en el que se decretó el estado de alarma deportistas y técnicos quedaron recluidos en el CEAR. Y ahí siguen.

Beneplácitos y silencio

La presidenta de la Española afirma que consultó la decisión con organismos como la Autoridad Portuaria y también «con el Consejo Superior de Deportes», antes del estado de alarma. Ninguna de las entidades vio problema alguno. El CSD sí les envío un comunicado a raíz de un vídeo de los deportistas que circuló por las redes «Nos dijo que el centro debía estar cerrado por el estado de alarma. Pero es que el centro está cerrado al público. Remitimos un escrito tanto al Consejo Superior de Deportes como al Gobierno de Cantabria explicándoles por qué habíamos venido. Y que si había un problema, nos iríamos. Pero también les dijimos que no habíamos cumplido esa quincena preceptiva de cuarentena, por lo que les pedíamos los test que debían hacerse para trasladar a los deportistas con seguridad. No hubo respuesta, tan solo una llamada dando recomendaciones».

«Había regatistas que no podían volver a sus casas porque en ellas había personas de riesgo»

«Se extrema la limpieza y se desinfecta lo que trae la empresa de catering»

«Un chico comenzó a notar cansancio. Pero ni siquiera ha tenido fiebre. En 72 horas estaba recuperado»

A juicio de Casanueva, los deportistas, técnicos y directivos que están en el CEAR «no se han saltado el estado de alarma. Ya estaban aquí cuando se decretó y el centro está cerrado. El estado de alarma habla de que te quedes en un sitio y no salgas». Casanueva niega tajantemente una desobediencia a instrucciones del Consejo Superior de Deportes. «Nada más lejos de nuestra intención», destaca. «La decisión ha sido sanitaria. Nadie quería poner en riesgo a su familia. Y querían pasar una cuarentena como el equipo que son».

Con más de 20 días de reclusión, los confinados en el CEAR de Vela siguen extremando al máximo todas las medidas de seguridad. Sobre todo las relativas a la limpieza. También se pone especial hincapié en lo único que entra de fuera. «La comida que trae la empresa de catering. Primero se desinfecta todo y luego se recoge». Otros platos, como ensaladas o pasta, los cocinan unos deportistas que, habituados a concentraciones, hace mucho que son autosuficientes.

Entre charlas o ejercicios para simular la navegación transcurre el día a día de un grupo que comparte «600 metros cuadrados». Y que se ha obligado a guardar aún más cuarentena por un pequeño susto que al final parece que no ha sido nada. «Uno de los chicos comenzó a notar algo de cansancio. Ni siquiera ha llegado a tener fiebre. Se dio traslado al Servicio Cántabro de Salud, el médico emitió un informe, se hizo un seguimiento... En 72 horas estaba perfectamente recuperado», añade Casanueva. «Tampoco se le ha hecho la prueba del coronavirus».

Regatistas, técnicos y directivos son, evidentemente, libres para marcharse del CEAR cuando lo deseen. «Cuando quieran pueden irse», comenta Casanueva. «Pero reiteran que lo más seguro para sus familias y para ellos es quedarse en en el CEAR. Aquí están bien, contentos, y hablan todos los días con sus familias. En la Academia de Rafa Nadal pasa lo mismo. Y allí hay más gente. Creo que mientras no te muevas de donde estés, no generas riesgos». Casanueva alaba la «gran responsabilidad» para preservar a su entorno de unos regatistas entre los que hay algunos de los mejores «del mundo, con muchas posibilidades de medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio, ya en 2021».